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“El llanto de la sirena”

Así definió Javier Ravilla, nuevo jefe del cuartel 1, al cortejo que recorrió las calles de la Ciudad para llevar, desde el Departamento Central de la Policía Federal hasta el Cementerio de Chacarita, los restos de los bomberos que perdieron la vida en cumplimiento del deber. A su paso, los vecinos los despidieron con aplausos y lágrimas.

Fue conmovedora la despedida que se les brindó a los héroes de Barracas, luego de ser velados en el Departamento Central de Policía, donde tiene sede el Cuartel 1 de Bomberos, el cortejo fúnebre partió rumbo al cementerio de la Chacarita, recorriendo las avenidas Entre Ríos, Callao, Córdoba y luego la calle Mauré, acompañados por una autobomba que hacía sonar su sirena, a su paso la caravana recibió muestras de respeto de parte de los vecinos que formaron espontáneamente un cordón sobre las veredas para despedir con aplausos y lágrimas a los mártires que perdieron su vida en cumplimiento del deber.

Ya dentro del cementerio se realizó un emotivo acto donde hablaron autoridades de la Policía Federal y luego del tradicional responso, oficiado por el arzobispo de Buenos Aires, monseñor Mario Poli, con todos los honores, sus compañeros vestidos con uniformes de gala trasladaron los ataúdes hasta la última morada.

Javier Ravilla, jefe del cuartel 1 de bomberos, en díálogo con la prensa dijo “hoy escuchamos el llanto de la sirena” refiriéndose a la autobomba que acompañó el cortejo por las calles de Buenos Aires.

www.info-almagro.com.ar (1491) - Publicado el (09/02/14)